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ENCARGOS/ORDERS

Cris y Mario viven en el campo. Él es artesano y trabaja el hierro, la madera y todo lo que se le ponga por delante. Él mismo ha construido con sus manos la casa en la que vive con su compañera Cris y su perro Chisco. Una casa acogedora llena de antigüedades que Mario restaura y coloca en cualquier hueco libre (quedan muy pocos). Su salón huele a leña y siempre hay puesto algún vinilo que convive con unos suaves tictacs de fondo, ya que ahora Mario le ha cogido el gusto a restaurar relojes. Su jardín es enorme. Cris adora las plantas y me enseña un pino gigante donde vive un búho que ulula por la noche. Cris le ha cogido cariño. Al búho, a los relojes de Mario y a mi Lienzo.

Germán es ingeniero industrial y Paula es arquitecto. Ambos además de encantadores, son muy trabajadores, estetas y apasionados del arte y el diseño. Para su boda en verano del 22, querían un cuadro grande para el salón, así que pusieron mi nombre en su lista de bodas. 

No querían que el cuadro contara su historia sino que yo trabajara de forma libre. Casualidades de la vida, sin haber visto su casa, utilicé la misma paleta de color que hay en su comedor. Creo que Germán y Paula, aunque no se lo propongan, consiguen que todo encaje siempre a la perfección. 

Celia es Restauradora de Bienes Culturales y le encanta sus animales. Su perro y sus caballos. Nació en un pueblo de Valladolid y le apasionan las tradiciones populares. A ella la conocí cuando yo todavía trabajaba en la Hostelería y siempre consumía lo mismo. Una persona de costumbres. Un café y un mini-bocadillo. 

Ella me encargó este cuadro y confió sin decirme nada, que representará lo que para mi significaba su presencia.

Ana contactó conmigo para contarme una historia:

Su padre murió hace algún tiempo. Un día ella y su familia fueron a pasear por una zona de pinares por donde a su padre le gustaba caminar. Cuando llevaban ya un buen rato, decidieron sentarse a descansar sobre una piedra plana que encontraron junto al camino. Estando allí sentados miraron a sus pies y vieron una navaja. Al cogerla, se dieron cuenta que era la navaja de su padre, la que solía llevar con él al campo. Atónitos por el hallazgo, continuaron su paseo con ella en la mano hasta un lugar especial, fuera del sendero y la clavaron con fuerza en el tronco de un árbol como punto de referencia para volver allí y recordarlo. 

Ana quería que esta historia quedara reflejado en el cuadro, junto a algunas otras cosas que le hacían sentir bien: bailar tango con su vestido rojo y sus zapatos con brillos, viajar en tren y disfrutar de Paris.

Carlos vino a verme y sacó de su bolsillo una servilleta de papel en la que ponía “Tanatorio El Salvador”. Su tío, con el que tenía una bonita y estrecha relación, acaba de fallecer por Covid19 y durante su despedida Carlos se dedicó a garabatear en una servilleta todas las cosas que le recordaban a él: grasa de taller, 25 pesetas, los coches de F1, Cuba y Portugal, su huerto con tomateras… El recuerdo de las manchas de grasa nos hizo decidirnos por “la mancha” como concepto estético y transformar a partir de ahí sus recuerdos en una obra para el salón. 

- ¡Quiero un cuadro para mi peluquería!

- ¿Cómo lo quieres?

- Quiero que pintes cómo me ves.

- Jajajaja ¿No me vas a decir nada más?

- Nada más. 

Irene y Alberto acaban de casarse. Uno mas uno son siete, como en Los Serrano, porque Irene y Alberto son Irene y Alberto y Loreto y Juan y Tina y Olivia y un Golf,y dos cafeteras y una fiesssta y seis skíes y diecisiete plantas y ochenta y siete zapatillas de deporte y toneladas de leche vegetal. Entonces uno más uno, son mucho más que siete y a la vez, Irene y Alberto son un lienzo en blanco donde todo empieza y donde hay espacio para mucho más.

A partir del mundo imaginario que aparecía en los dibujos de Camino, la hija de 4 años de Diego y Chari, trabajé en este cuadro como si fuera el pasaje de un cuento, en un tono simbolista y onírico, con referencias a la familia, la presencia de seres fantásticos y esos árboles tan grandes que Camino dibujaba sin parar en sus cuadernos .

Diego y Chari pasaron su luna de miel en Argentina y quedaron prendados del pasaje de Caminito, en el barrio de La Boca en Buenos Aires. Un hermoso lugar donde las casas tradicionales (de lo que antes era un barrio muy pobre) ahora están pintadas con preciosos colores brillantes junto a un museo creado con donaciones de artistas. Es un lugar tan especial y alegre como Camino la hija que Diego y Chari que tenía en su momento 6 años. Trabajé con esta referencia al barrio de Caminito y la propia Camino dándome indicaciones de cómo ella lo imaginaba:

- ¡Quiero un jardín rosa! 

Maite Y Richi son una pareja muy particular y profunda.

Me encargaron este cuadro e intenté concentrar sus ambiciones en él.

Personas muy observadoras y con mucho carisma. 

Me centré mucho en un color muy estridente con mucha luz. Su hija Lua es lo más importante en estos momentos. Es quizás la Luz que ellos han de seguir.

Jorge, Mi amigo de la infancia e íntimo  actualmente, siempre estuvo detrás de mi, esperando a que le hiciera un Cuadro para su casa.

Siempre, desde que tengo uso de razón, le he visto con la ropa más colorida de toda la ciudad y con una sonrisa perpetua.

Este trabajo lo escogió él. Se identificó con sus colores vitales y probablemente con el mensaje tan claro e infantil del cuadro.

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Begoña y Alfonso, son una pareja a la que admiro mucho. Ellos querían algo grande para su salón, pero con la condición de varios matices a remarcar. 

Querían que aparecieran todas las estaciones del año, su casa en el pueblo,  el verano,la música, su hijo sobre todas las cosas y sus aficiones. Yo me reía, porque me parecían demasiados conceptos para que yo pudiera trabajar con libertad.

Pero al final, acabo en esto y estoy tan agradecido como ellos.

Uno de mis trabajos de la Universidad estuvo durante 10 años reposando en mi estudio. Cada cierto tiempo iba modificando el cuadro hasta que un buen dia, cuando ya lo daba por abandonado, surgió un comprador, a través de una galería de Oviedo. 

En plena Pandemia las dos chicas que llevaban la galería (encantadoras, por cierto), consigueron que este trabajo saliera de su escondite.

Fue para mi, todo un Hito por su parte y una grata sorpresa.

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